jueves, 23 de octubre de 2008

Efemerides 1913

Antes de Casarse Severiano Nava Lojero
Foto de estudio de la familia Nava Lojero, en el orden acostumbrado:
De pie atras Severiano(hijo) , Samuel y Carlos
Raquel y Diega
Los pequeños Edmundo y Roberto.
Sentados Severiano Nava Arcos y Diega Lojero Lizardi (de Nava)
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Tras la huella de Victoriano Lojero Lizardi.
El 4 de Noviembre del 2008 me dediqué a tratar de seguir alguna pequeña huella de Victoriano Lojero Lizardi (Tio Toto) y esto fué lo que encontré:


EL PRIMER PRIMERO DE MAYO: Alberto Híjar.

En plena dictadura del golpista asesino Victoriano Huerta en 1913, un grupo de organizaciones de trabajadores celebró por vez primera en México el 1º de mayo. El presidente del Comité Organizador de las Ceremonias fue Carlos M. Peralta y debemos a Elena Poniatowska la única entrevista testimonial con el colaborador de Lázaro Cárdenas que le encargó la gerencia general del Banco Nacional de Crédito Ejidal. El 30 de abril de 1964, el periódico El Día publica la entrevista sin la chispa literaria que Elena Poniatowska desarrolló después para hacer del testimonio un género ameno. Recuerda Carmen Galindo quien dirigiera la sección cultural de El Día , cuando un alumno de letras hispánicas le dijo que no tenía ningún mérito la Poniatowska porque simplemente preguntaba para registrar en su grabadora y luego transcribir. La profesora Galindo le respondió que el problema en todo caso, es que otros entrevistadores no tienen la grabadora de marras.

Sin decir nada más que la edad de 83 años del entrevistado y algunos datos de su vida, la introducción registra como convocantes a la Sociedad Mutualista (¿cuál?), la Casa del Obrero Mundial y “una sociedad de empleados de comercio” presidida por Salvador Preciado. En el comité organizador estuvieron Antonio Díaz Soto y Gama como vicepresidente, como tesorero Heriberto Jara todavía sin el cargo de general y como vocales Isidro Fabela, Preciado, Gilberto Vega, Epigmenio H. Ocampo, Felipe de Jesús Flores, Rosalío Landgrave, Victoriano Lojero Lizardi y el diputado Hilario Carrillo. Sin interrupción textual, sigue la descripción sucinta del regateo del permiso ante el peligro de que la manifestación se convirtiera en un ataque contra huerta. Pero el compañero Peralta resultó amigo de Samuel García Cuellar, el gobernador del Distrito Federal quien aceptó el compromiso del Comité organizador de no mencionar en los discursos al golpista de quien recabó la autorización momentos después en el Jockey Club, ahí en la Casa de los Azulejos. No dice que el borracho criminal aprobó entre copa y copa.

La policía montada escoltó la marcha y con el compromiso oficial de no infiltrar la columna, los organizadores fijaron el punto de reunión en El Caballito y formaron las comisiones de orden. El contingente principal lo formaron trabajadores de la Sociedad Mutualista y Moralizadora de Obreros del Distrito Federal en punto de las nueve reunidos en el cruce de Rosales, Reforma y Bucareli. Sin comentarios, la entrevistadora anota el dato que la Sociedad fue fundada por don Guillermo de Landa y Escandón (sic por el Don), gobernador del Distrito Federal en 1911. A la vanguardia, la banda de guerra de la Escuela Industrial de Huérfanos que tenía como director a Carlos M. Peralta. Luego otra banda musical y la primera manta de la Casa del Obrero Mundial demandando la jornada de ocho horas y el descanso dominical. Luego otra banda de música y la Sociedad Benemérita del Ramo de Sastrería y la Sociedad Mutualista de Auxilios “Amistad y Progreso”, el Centro Cosmopolita de Dependientes, los obreros de las Fábricas de Fósforos y Cerillos “La Central”, los de la Fábrica de Sombreros Tardan, carpinteros, ferrocarrileros de Hidalgo, operarios de la Impresora del Timbre, tejedores, zapateros, canteros, mecánicos, libreros, sastres, otras bandas de música y organizaciones cívicas como la Sociedad Verdad y Trabajo, la Sociedad Mutual de Señoras “Tesoro del Hogar”, la Sociedad Mutual “El inmortal Morelos”, el Círculo Patriótico “El Centenario de la Independencia”. 15 mil obreros registraron los periódicos, incluyendo a un boticario con su pancarta de la Sociedad Mutualista de los Cacarizos. Nuestro proletariado, como en la Primera Internacional Europea, empezaba con un embrión de artesanos, cívicos y un pequeño Partido Socialista de México.

La marcha recorrió la Avenida Juárez hasta llegar a Palacio Nacional, luego de recorrer la actual Avenida Madero que la entrevistadora registra así cuando debió llamarla Plateros por la obvia imposibilidad de que la dictadura permitiera nombrar al presidente asesinado, aunque queda la duda del cinismo. La reportera no comenta el testimonio seguramente impactada por el valor histórico del entrevistado y la entrevista. Una especie de objetividad evita el autoelogio por lo conseguido y deja correr el testimonio.

La marcha dio la vuelta al Zócalo para disolverse en la calle de Guerrero. Un grupo acompañado por la Banda Militar de la Escuela Industrial de Huérfanos, siguió hasta el jardín de Santa Catarina para depositarle una ofrenda a Jesús García, el ferrocarrilero heroico de Nacozari, en su monumento costeado e inaugurado por de Landa y Escandón. Abre un paréntesis la entrevistadora para el asombro, comentado con un “pero es una verdad histórica”.

“La manifestación fue vitoreada con enorme entusiasmo en todo su trayecto por las multitudes que abarrotaban las calles por las que desfilaba”. Los discursos fueron de Soto y Gama en el Hemiciclo a Juárez, Epigmenio H. Ocampo frente a palacio Nacional y el socialista español José Colado frente a la Cámara de Diputados con el grupo Renovador de diputados que recibió los proyectos sobre trabajo infantil, trabajo femenino, educación obrera y campesina, accidentes de trabajo.

En la fiesta hubo fiesta en el Tibolí del Eliseo y en la noche, en el Teatro Xicotencatl de la calle de Canoa, hoy Donceles. Hablaron Fabela, el joven historiador Rafael Pérez Taylor, Jacinto Huitrón y Heriberto Jara. Cantó Josefina Llaca y al término a las dos de la mañana, fueron aprehendidos los organizadores para su inmediato encarcelamiento por el tono incendiario de los discursos. Termina la entrevista comparando el primer 1º de mayo con lo ocurrido después de la dictadura cuando las marchas contaron con la presencia en el balcón de Palacio Nacional del “propio presidente de la República y todo su gabinete”.

Siguiendo la huella del Tio Toto nos tenemos que ir a 1941 en donde aparece con sus hermanas.

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